martes, 29 de diciembre de 2009

Cielo

Siento tu suave tacto contra mi cuerpo, mis brazos rodeándote, mis labios rozando la seda de tus cabellos. Tu canción nos envuelve, y en la piel fría de tus manos siento el latido imperceptible de tu corazón. Aunque no te veo, se que tienes los ojos cerrados, como yo. Esos ojos de esmeralda donde caerse, ahogarse, y no lamentarlo. Tu perfume me llega, ligero, y te oigo respirar. Te acercas un poco, y te abrazo más fuerte. Puede que no haya un Dios. Puede que, tras la muerte, sólo seamos polvo, recuerdo y lagrimas. Pero aquí y ahora, puedo afirmar que el Cielo existe.

miércoles, 23 de diciembre de 2009

Inspiración



Te busqué, ¿Sabes? Levanté cada piedra y miré detrás de cada puerta, recorrí cada oscuro callejón y todas las amplias y abarrotadas avenidas, intentando vislumbrar tu rostro entre la multitud.
¿Por qué huías de mí? ¿Dónde te escondías?

Pregunté a escritores atormentados, a músicos sordos, a poetas y a mi propio eco, pero nadie sabía cómo encontrarte. Removí cielo y tierra, busqué entre las estrellas, y entre las hojas de cada árbol en el camino. No apareciste en mis sueños ni en mi memoria: Todo tu ser era vacío, la nada.
Palabras borradas y canciones no escuchadas.


A pesar de todo ello, la tinta con la que escribo estas palabras es la prueba infalible de que, aún sin saber cómo ni donde, te encontré.

jueves, 10 de diciembre de 2009

Témeme

No hables.


Sabes quién soy.


No tengo nombre, pero todos me conocen, y todos huirían de mí.


Cuando los niños tienen miedo de lo que pueda haber bajo su cama, en realidad me temen a mí.


Soy la oscuridad, el silencio, la soledad.


Soy el solar abandonado, las luces que se apagan.


Aquello a lo que llamáis Dios tiembla al verme, y el propio tiempo se estremece cuando le miro.






Témeme.






Corre, si crees que puedes.


Escóndete, si crees que no te encontraré.


Tus pesadillas son mi hogar, y tus miedos mi alimento.


Cuando camines, solo, por una calle oscura, estaré a tu lado, guiándote sin que lo sepas hacia el camino equivocado.


Cuando tú yazcas, inerme, en tu lecho de muerte, yo te buscaré, y negaré ante tu petición del reposo en la eternidad.


Phobos es mi sirviente, Deimos mi verdugo.


Nací antes que la humanidad, y moriré cuando ésta sea solo un recuerdo.






Témeme

sábado, 28 de noviembre de 2009

Improvisación (O como escribir sin musas)

Este es el ciclo de la luz y la locura.

Las canciones olvidadas son cantadas por voces etéreas, y la tierra astral es el escenario del mayor teatro. La melodía del azahar se desprende de las cuerdas de un violín de cristal, el reloj de oro se mueve lentamente, lamentando haber despertado, el sol y la luna danzan juntos en el cielo crepuscular.
 El sonido de alas desgarradas, y un resplandor anunciando la caída de un ángel, y llantos, y risas, y silencio. Terciopelo cristalino sobre el vidrio opaco, marcando el camino a los pájaros de papel que bailan sobre mi cabeza.
 Correr, saltar, dar mil vueltas, caer, levantarse, y volver a caer, exhausto, sobre una cama mullida.
Los escritores usan formulas para sus libros y los matemáticos buscan literatura en sus números.
El invierno llega sin haber visto el otoño, las hojas caen aún verdes.
Canciones de plata y claveles, acompañadas por el latir de un corazón quebrado, es todo cuanto oigo en mi propia oscuridad.
 La noche llega, se alejan la luna y el sol, se asoman las estrellas.
Silencio, quietud, expectación.
El público se impacienta, la función comienza.

Este es el ciclo de la luz y la locura.

sábado, 21 de noviembre de 2009

Duermevela

Estoy en un cruce de caminos.
A un lado, la vigilia. Noches sin dormir, perdidas entre las páginas de un libro, o dentro de mi propio pensamiento, no tan distinto del eludido mundo onírico. Al otro lado, el sueño. Una realidad ignota, recuerdos que pronto olvido. Música que no se escribir, relatos cuyas palabras se diluyen en un instante. Y apartado de los dos caminos, un tercero apenas insinuado se pierde de vista en el invisible horizonte. La duermevela aguarda, un mundo esperando ser creado por la inconsciencia y la intención, con la locura para satisfacer los deseos que ni yo mismo conozco. ¿Pueden los demás destinos de mi viaje atraerme tanto como éste?

Una Terra Incógnita concebida por aquel para quien es desconocida, el eterno descanso, la eterna aventura. ¿No acechara en ella menos dolor que en la realidad del que está despierto?¿No seré más inquieto que aquél que solo halla la serenidad mientras duerme?

Ojalá visite ese mundo inefable, y nunca se me vuelva a ver.
 Ojalá encuentre allí lo que ni en mi hogar ni en mis sueños alcanzo siquiera a perseguir.
Ojalá algún día me eleve, dejando atrás el miedo, las ataduras, la dolorosa euforia, y todo aquello que me carcome, abandonandome incluso a mí mismo, para no mirar atrás.

 Ojalá algún día la Duermevela sea algo más que el velo que separa la vigilia del sueño.

sábado, 14 de noviembre de 2009

Prision

"Mi imaginación me ha tragado, y ahora no encuentro la salida"

domingo, 1 de noviembre de 2009

La Biblioteca

...pero sin duda una de las grandes maravillas de la ciudad era su biblioteca. Para empezar, el edificio en sí es una gloriosa muestra de que la arquitectura es un arte tanto como puede serlo la propia literatura. Agrupadas en anillos, las habitaciones exteriores están repletas de mesas talladas, con amplios ventanales para que entre la luz del sol, y resplandecientes esculturas de cristal que iluminan cuando la luna no basta. Zigzagueantes escaleras recorren los archivos, mientras que la Escalinata Principal conecta el anillo exterior con la Gran Sala, como un puente esculpido en madera, mármol, cristal y oro. Y, por supuesto, la Gran Sala: Lo primero que se nota al entrar en ella es el sonido del agua, proveniente de los cien arroyos que la recorren. Y en las paredes, suaves tallas narran una historia, separada en capítulos por las grandes columnas. Columnas que se alzan desde todas partes, hasta lo más alto, para sostener una inmensa claraboya que cubre la biblioteca y mira hacia el cielo, como si la ciudad tuviera un ojo curioso que mirara a su alrededor. Pero lo más interesante de la gran sala no es su forma, sino lo que hay en ella.

 
Porque en cualquier biblioteca normal, en cuanto reciben un libro añaden su ficha al archivo, le ponen una etiqueta, y lo dejan en un estante, junto a cientos de otros libros, esperando a ser leídos. Pero no en ésta. Aquí, cada libro conseguido se entierra en tierra fértil. Se trata con mimo, regado por el agua de los arroyos, y acariciado por la luz del sol. Y así, azuzado por una magia desconocida que corre por las venas del edificio como la sangre fluye por nuestro cuerpo, un brote empieza a crecer. Y sigue creciendo, cada año un poco más, y así llega un momento en el que da frutos. Y es que cuando un lector quiere tomar un libro, se le regala ese fruto, para que lo plante. Porque cuando una de las semillas nace, de ella brota, como si fuera cualquiera otra planta, el libró que le dio la vida.

sábado, 24 de octubre de 2009

Visitante en la Nada

- ¿Hola?






- ¿Hay alguien ahí?



- ¿Estoy yo aquí?

- Si.







- ¿Dónde estoy?

- No lo necesitas saber.



- ¿Por qué estoy aqui?

- ¿Todavía te importa donde estás? Mejor piensa en tí.

- Está bien.





- ¿Quien soy?

- ¿Que más da quien eres si estás solo?

- Pero estás tú.

- Yo no soy tu, y tampoco soy otro. Yo no soy.

- Pero estás.

- Estoy. Ahora cállate.













- ¿Sigues ahí?

- No hay ahí.





- ¿Por que estoy llorando?

- Deberias preguntarte por qué estás riendo.

- ¿Como puedo saberlo?

- ¿Como quieres que lo sepa? Yo no soy. Asi que no puedo llorar. Ni reir.

- Es triste.

- ¿Es triste no poder llorar?

- Es triste saber que no puedes.











- ¿Puedo preguntarte algo?

- Ya me has hecho 9 preguntas.

- ¿Eso es un si?

- 10.

- ¿Cuanto tiempo llevo aqui?

- Llevas 11 preguntas aquí. Demasiadas.

- ¿No me vas a decir cuánto tiempo llevo aquí?

- Ya te lo he dicho. Llevas 12 preguntas aqui. ¿De verdad no te cansas?

- No. ¿Y tú? ¿No te cansas de no responder?

- No soy, luego no puedo cánsarme.













- Entonces no eres.

- No.

- ¿Yo soy?

- Si.

- Y no puedes reir, llorar, ni cansarte.

- No.

- ¿Y puedes ver?¿Escuchar?¿Tocar?

- No.

- ¿Entonces como puedes saber que yo soy?

- Porque pienso.

- Pero si piensas tienes que existir.

- No me llamo Descartes, luego NO tengo por que existir.

- Pero me estás hablando. Luego tienes que existir para mi.

- No te estoy hablando. Y puede que seas tu el que exista para mi.

- Eres deprimente.

-  Y tu me empiezas a cansar.

- Luego puedes cansarte.

- Era una forma de hablar.

- Luego estás hablando.

- Cállate.

















- Te tienes que ir.

- ¿A donde?

- A otro sitio. Con más gente. Es decir, con gente.

- ¿Volveré?

- ¿Quieres volver?

- No.

- Entonces puede que sí. Adiós.
 
 

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Aquí abajo, la imagen. No creo que se vea muy bien, así que es mejor descargarla.



Photobucket

domingo, 18 de octubre de 2009

¡¡Vive!!




¡Vive!

No pienses, siente. No dudes, actúa. ¡¡Canta, baila, salta, habla, actúa!! No te preocupes. Estás aquí, y el mundo sería mas pequeño si no fuera así. Grita de alegría ante el amanecer, duerme en la noche de los inocentes. Toda persona es buena en el interior, nunca lo dudes. El sentido de la vida es simplemente la vida en si misma, y no ser feliz es solo un engaño. ¡¡Lee un libro, ve una película, échate en la cama y escucha música, habla, salta, canta, baila, actúa!!

¡Vive!

Y recuerda que la felicidad siempre esta ahí, solo que a veces nos olvidamos.







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Y asi queda demostrado que no soy TAN Emo

lunes, 12 de octubre de 2009

Esa Sensación



¿Conoces esa sensación?
Te acecha entre la multitud, y te persigue en la soledad.

Nunca duerme, sólo espera.
Te vacía de calor, de vida, de sueños.
Te hace gritar, y te quita el aliento.
No puedes dormir, pero tampoco estas despierto.
No puedes sentir, pero ardes en pánico.
Hace que desees morder, romper, desgarrarte el pecho hasta encontrar el dolor incrustado en tu carne.
Y cuando se va, sólo queda el miedo.
Si la sientes, huye.
Cierra los ojos.
No pienses. No sientas.
No hay salida.
No hay escondite.
Solo existe la espera en un tiempo infinito.
Si la sientes, asústate.
Esa sensación es una de las puertas a la locura.

sábado, 10 de octubre de 2009

El Despertar de los Sentidos.

Un día, el mendigo ciego despertó, y vio.

Vio lo que la gente no puede ver, sin ojos, sin una vida que los condicionara.

Vio el color el sonido, y leyo el amanecer en palabras de luz.

Vio las ciudades desnudas; la piedra, el acero y el plastico en una escultura quebrada y podrida.

Vio al calor del sol dibujar lineas de vida sobre la tierra marchita por la mano del hombre,

y observó como el mundo movía sus mandibulas en un grito mudo de desesperación.

Vio aquello que llamamos alma, allá en el infinito.

Un día, el mendigo ciego desperto, y vio.

Ahora le llaman loco.

miércoles, 7 de octubre de 2009

Llueve

Llueve.
El agua cubre el mundo como una mortaja de cristal.
Los arboles se agitan. Las sucias calles mueren.
y de cuando en cuando los rayos, efímeras heridas n el cielo negro, descubren con su luz el silencio en la tierra.

La lluvia me acaricia mientras camino por la callada ciudad. El agua corre turbia por las calles, y yo la sigo. A mi paso contemplo el mundo gris de las noches de tormenta.

Pero llega el alba, y cesa la lluvia. El sol se asoma, y muestra en su calidez la dureza de la tierra, aquí abajo. La luz aparece, y con ella veo la fealdad, la cruel humanidad, que es desterrada en las bellas noches de tormenta.

Y yo espero intranquilo. Espero la calma que llega con la lluvia.

sábado, 26 de septiembre de 2009

viernes, 25 de septiembre de 2009

Obertura

Estoy solo, en la medianoche sin luna de algo que empieza. Miro a mi alrededor, y no veo nada. Eso es este blog: Un misterio. Algo que no conoceré hasta que yo mismo lo haga. Y por eso lo estoy haciendo. No tengo ni idea de lo que saldrá de aquí. Y eso es exactamente lo que busco. La ignorancia constante, el reto de la inventiva. Si, suena muy pomposo, y todo eso. Pero no puedo evitarlo. Y no puedo decir mucho más en esta pequeña introducción, solo mencionar dos cosas. Como banda sonora para una obertura, la creación, la palabra original: Shabda.



Y acabar con unas palabras de un desconocido poeta:

"De todos es conocido el terror que sufre el escritor ante la página en blanco. Si trasladamos este concepto al blog, el terror se convierte en pánico"

En este caso, y sabiendo que el terror hacia la pagina aún no escrita es solo una extensión del miedo a lo desconocido, repito lo primero que escribí aqui: Estoy solo, en la medianoche sin luna de algo que comienza.
De algo desconocido.