domingo, 19 de junio de 2011

Sobre otro amor



Me acerco a ti, mientras tú me miras, con los ojos brillantes de luna en el agua. Levantas una mano que yo sostengo entre mis dedos. Y nos miramos, iris contra iris, marrón frente a azul, la tierra frente al mar. Nuestros labios se encuentran, y se pelean, mientras te aferras a mi piel, y me arañas suavemente, y yo te aprieto contra mí. Y algo se rompe. Se nos llena la boca de sangre, la carne se abre, el hueso se quiebra, el musculo estalla. Nos deshacemos, ajenos al dolor, al tiempo, fundiéndonos en un solo ser, una sola sustancia, un solo alma, durante la fracción de segundo que precede a la muerte, a la calma. 

Y despierto. 
Y te veo en mi mente, te siento en cada fibra de mi cuerpo. 
Y una lágrima escapa.