domingo, 1 de febrero de 2015

Mariposa



Brillante aleteo de un metálico arabesco
sobre el terciopelo negro, sobre la noche líquida.
Suave escenario, donde la luz danza inquieta:
Reflejos de ágata y amatista y un espíritu de color incierto.

Abre la boca, traga la mariposa.
Ella lo sabe: petalos de agua y azur, de nuevo un arabesco ondulante.
El camino siempre se abre
A quien tiene miel negra en los ojos
A quien busca la eternidad en la nieve
A quien bebe el ocaso de sus sueños.

Aprende de ellos.

Y buscame.

Donde mueren los veranos
Viviremos para siempre.

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