jueves, 1 de junio de 2017

Mare Nostrum


El águila del Senado
En el Rin fue olvidada
Y aún duerme

Y lloraría Alejandro,
Perdida su gloria, agotada
Su suerte

Se vio Ormuz arrastrado
Y en Niniveh le fue dada
Cruel muerte

Y estará Ra enterrado
Entre la arena y la nada
Para siempre.

Quienes en el Sur una vez reinaron
Gastan hoy en el Norte su jornada.
Quien hizo suyo el mundo por la espada
Por el Oro se ha visto esclavizado.

Perdió Roma el águila y la Legión
Perdieron los fenicios sus estrellas
Los faraones su vida eterna
Cayeron al fin las murallas de Ilión

Resurja Creta y Cartago
Sacuda Argantonio su sino aciago
Despierte Ciro de su largo sueño.

El alma tiemble, y sea recordada
La memoria, largo tiempo olvidada
De este mar que un día fue nuestro.