Visualizad un cuerpo. Una persona. Corriendo por un bosque. Su carne está podrida. Y poco a poco, se va deshaciendo. Primero, su piel se cae, convertida en jirones. Luego, la carne. Los músculos, las vísceras, se van quedando atrás conforme las ramas y la inercia los van desgarrando. Ahora, solo queda un esqueleto, un montón de huesos corriendo, siempre corriendo. Cuando se deshagan, cuando se desgasten en un rastro de polvo en el camino, ¿Quedará algo? ¿Seguirá habiendo, un alma, una consciencia, un impulso, que siga hacia adelante?
Ése soy yo.
Ésa es mi vida.
Estoy solo.
Nadie puede ayudarme.
Estoy solo.
Tengo miedo.
Miedo.
Miedo
miedo
miedo
miedo
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