La noche despliega sus pétalos en una silenciosa melodía. Plata, aire, el mundo se abre. No mires, no les sigas, son ángeles volando. Sus alas de luz son invisibles contra el cielo negro, y el cristal de sus ojos se fija en el horizonte. Pero puedes oírlos cantar.
Cantan al viento, y a la luna. Al agua y al nácar. Cantan a la propia música, sus voces abrazándose en una sinfonía de colores.
Un crescendo, y un estallido de fuego, y de rayo: de tierra y de sangre, de hielo y metal. El mundo en una canción.
Saltando y girando y naciendo y volviendo a nacer.
Y la canción da vueltas y vueltas y vueltas, danzando en círculos hasta el amanecer.
¡Hasta mañana!
3 comentarios:
De verdad me encanta esta. Este es uno de los pocos blogs que merecen la pena! felicidades miguel!
Esta entrada me ha gustao mucho (todas me gustan mucho pero esta me ha gustado más)
¡Qué manera de escribir! Da gusto leerte.
Wiii ^^ ¡Gracias!
Pensaba enviar esta al Moñino Times, pero es que traducida no quedaba demasiado bien.
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